A día de hoy, nadie puede predecir o afirmar el impacto que va a tener el Coronavirus en la economía mundial, sobre todo, porque no sabemos todavía en que punto nos encontramos en la epidemia, si bien es cierto, todo parece indicar que China, ya la habría superado, y ahora serian los países europeos, los que estarían sufriendo dicho virus, atacando especialmente a Italia y España, en ese orden.
El sector turístico, junto al comercio son dos de los sectores más perjudicados por esta pandemia, las previsiones más optimistas auguran una caída entre el 20% y un 30%, de llegadas de turistas internacionales a nivel mundial, lo que puede suponer una bajada de ingresos de hasta 400.000 mil millones de euros.
Ante este panorama, los hoteles han comenzado a realizar ERTE a sus empleados, hasta que mejore la situación y puedan abrir de nuevo sus establecimientos, pero una vez abiertos, y ante la previsible caída de clientes, van a tener que gestionar mejor nunca sus recursos, para obtener un nivel de rentabilidad aceptable ante esta crisis que viene.
Para ello, ahora más que nunca desde el área financiera y administrativa de los Hoteles, van a tener que rediseñar unos presupuestos que reflejen la nueva situación a la que nos enfrentamos, los menores ingresos por cliente, tiene que ir acompañado de una reducción de personal en paralelo a esta bajada de ingresos.
Así, también es importante una gestión más eficaz en la compra de mercaderías, que como todos sabemos, después de la partida de personal, es la de mayor coste para un Hotel. Aquí es conveniente, en la medida de lo posible, y cuánto más pequeño sea el Hotel, adherirse a una central de compras, con más hoteles asociados, que va a permitir comprar productos de calidad al menor precio.
En definitiva, esta crisis, va a cambiar el modelo de gestión hotelera, tal como lo conocemos hoy, dando mayor importancia a los gastos y el trabajo de reducirlos al máximo, y una menor importancia a los ingresos, debido a la incertidumbre que impera en estos momentos en el sector.